jueves, 3 de septiembre de 2009

21 AÑOS DE CÁRCEL POR SER POBRE


Jacinta Francisco Marcial lleva tres años en la cárcel por un delito que no cometió. Esta mujer indígena otomí de 46 años y madre de seis hijos fue falsamente acusada del secuestro de seis agentes federales mexicanos en el mercado donde ella tenía un puesto de helados. La única ‘prueba’ contra ella es una foto publicada en el periódico local. En la imagen, Jacinta aparece por detrás de una protesta contra la actuación de la policía en el contexto de una redada en el mercado en la que mucha mercancía fue dañada. Los comerciantes fueron indemnizados por los daños, pero los agentes tomaron represalias. Seis de ellos inventaron su propio secuestro y culparon falsamente a Jacinta, un blanco fácil por ser mujer, indígena y pobre. En el juicio, no se la informó de su derecho a la defensa y fue finalmente condenada a 21 años de cárcel. Jacinta todavía no entiende por qué está donde está. Desgraciadamente, su caso es un ejemplo más de la discriminación que sufren los mexicanos y mexicanas de origen humilde.
Puedes firmar para exigir la liberación inmediata de Jacinta en: