martes, 22 de febrero de 2011

23-F

Billete de tren del Intercity del día 23 de febrero de 1.981

El 23 de febrero de 1981 era lunes. Había pasado el fin de semana en Madrid y me disponía a regresar a La Roda en el Intercity, uno de los más modernos trenes de la época. Desde la estación de Chamartín llamé por teléfono a mi hermana, por aquellos días responsable de CC.OO,  para que si le era posible, me recogiera en la estación de Albacete ya que el tren no tenía parada en La Roda. Hora de salida: 16:30. Acomodados en los asientos, los pasajeros del Intercity estuvimos esperando la salida del tren más de una hora, retraso sin motivo aparente, sin ningún tipo de información, sin poder bajarnos del tren y, como es de suponer, con quejas, reclamaciones y protestas no atendidas… La llegada a Albacete se produjo con casi 2 horas de retraso poco después de las 20:00. La estación casi desierta, solo unas pocas personas deambulaban por el andén, donde me esperaba un amigo -Chema- al que había informado mi hermana de mi llegada a Albacete. Ya en la escalerilla de bajada del vagón y sin haber puesto pié en tierra, Chema me espeta, señalando una efigie de Lenin que portaba en la solapa de mi chaqueta de pana, regalo de otro amigo -Boni- de cuando las olimpiadas de Moscú 80.... 
- ¡Quítate eso que han dado un golpe de estado.... Tejero ha entrado con guardias civiles al Parlamento y lo tienen secuestrado....!
   Por supuesto que no lo creí, - Qué bromas son éstas, Chema... ??
Pero tras comprobar su nerviosísmo y las desiertas calles de Albacete, me convencí de que no mentía, aunque pocos más datos me pudo proporcionar, tanto él como yo estábamos in albis. Necesitábamos más información. Aparcamos el auto en el Altozano y nos adentramos en el bar Avión; junto a la barra, solo un parroquiano que apuraba una cerveza, y tras ella el camarero. Silencio total, la tv. proyectaba, sin voz,  una película en blanco y negro. Necesitábamos saber algo más, la ansiedad nos devoraba.... Tras salir, nos dirigimos andando por calles vacías de coches y de peatones buscando más información… en unos minutos, cerca de la plaza  descubrimos en otro bar, del que no recuerdo el nombre, a varias personas con la oreja arrimada a un aparato de radio… entramos y sin mediar palabra nos pusimos a escuchar también... una cargante voz de locutor  vomitaba con indiferencia el Bando del general Milan del Bosch decretando el estado de excepción en la 3ª región militar, a la que pertenecía la provincia de Albacete. Los tanques se habían apoderado de las calles de Valencia. 
   Sin otro pensamiento que el de alejarnos del ámbito del decreto militar y salir de la provincia, decidimos irnos a Madrid, no sin antes llenar el depósito de gasolina en una estación de servicio abierta;  aunque previamente pasaríamos por La Roda...  por el camino no dejamos de meditar en voz alta de la inestabilidad política generada por el cambio de la dictadura a la incipiente democracia... posible causa y origen del intento golpista... del malestar del ejército, de los asesinatos de ETA... del nombramiento del polaco Wojtila como Papa de Roma unos años antes, de la elección de Reagan como presidente de los EE.UU. o de Margaret Thacher  en el Reino Unido....  todo mezclado en la coctelera de los intereses político-financieros-estratégicos de occidente facilitaba el golpe militar contra la democracia.  
 En éstas estábamos cuando llegamos a La Roda. Inmediatamente advertimos los efectos del asalto al Congreso... por sus calles.. ¡¡  ni un alma  !!... las puertas del local del Partido cerradas,  por las rendijas de las persianas se adivinaba una luz encendida. Tras llamar, con cierta discreción, varias veces sin obtener respuesta (luego nos enteramos que con las prisas se  habían olvidado de apagar las luces), con  ansiedad y desasosiego y sin avisar a la familia que esperaba mi regreso, salimos por la nacional 301 dirección Madrid. Allí teníamos conocidos y amigos donde poder instalarnos hasta ver en qué paraba el "ruido de sables". 
   No habíamos recorrido cinco km. cuando decidimos variar de rumbo. En Casas de Haro, ya  provincia de Cuenca y por tanto fuera de la 3º región militar, vivía un amigo. En su casa, con él y su familia pasamos toda la noche, agitados, inquietos y  sin dormir. La Tv. y la radio, nuestras fuentes de información, encendidas. En la mañana del 24, cansados, somnolientos pero felices, regresamos a La Roda, la familia nos esperaba algo agustiada. En la solapa de la chaqueta continuaba, firme, mi “pin” de Lenin.

 Este es, con alguna corrección, mi relato publicado en las páginas del  Instituto de Estudios Albacetenses en el apartado Y tú, dónde estabas? comparte tus recuerdos. El Instituto pretende recoger el testimonio de cuantas personas quieran compartir ese día, así podremos saber cómo transcurrió esa jornada para el conjunto de la sociedad albaceteña.      

                                                                           
Por aquellos días, con dos amigos: Ramona y Pedro.

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