jueves, 22 de abril de 2010

MINA.




ANCORA, ANCORA, ANCORA.
Se vuoi andare ti capisco
Se mi lasci ti tradisco, sí
Ma se dormo sul tuo petto
Di amarti io non smetto, no oh...
Tu stupendo sei in amore
Sensuale sul mio cuore, sí
Se poi strappo un tuo lamento
É importante questo mio momento perché ...
Io ti chiedo ancora
Il tuo corpo ancora
Le tue braccia ancora
Di abbracciarmi ancora
Di amarmi ancora
Di pigliarmi ancora
Farmi morire ancora
Perché ti amo ancora
Confusione la tua mente
Quando ama completamente, sí
Con le sue percezioni
Mette a punto le mie inclinazioni perché ...
Io ti chiedo ancora
La tua bocca ancora
Le tue mani ancora
Sul mio collo ancora
Di restare ancora
Consumarmi ancora
Perché ti amo ancora
Ancora ancora ancora
Consumarmi ancora
Perché ti amo ancora

AMANECE EN ABRIL


Desde mi terraza.
Amance en La Roda.
20 de abril 05:15 GMT.

lunes, 19 de abril de 2010

POBLET


Ayer, anduvieron por casa unos amigos... pasamos unas horas muy gratificantes. Unas chuletillas de cabrito asadas a las ascuas de leña de almendro, regadas con generosidad con unos riojas y un ribera del Duero -que sí, que sí, que también tengo vinos de La Mancha, pero la ocasión lo merecía- acompañaron a un queso de oveja elaborado por un pastor de El Bonillo, sumergido en aceite de oliva durante trece meses; un manojo de esparragos trigueros abrileños, asados, y a los postres, unas sopas de pan en leche de cabra y rolletes de sartén consiguieron desatarnos - más que rolletes y sopas, el vino- la lengua y tras una larga y complaciente sobremesa en la que hablamos de lo divino y de lo humano, quedé con Ramón en rastrear en los viejos libros de Fiestas del pueblo para buscarle un artículo que escribió allá por los principios de los ochenta. Esta tarde, tras la siesta, he subido al desván a desempolvar papeles y trastos viejos sin encontrar lo que buscaba. Sin embargo, sí encontré un pequeño y corto diario manuscrito, olvidado en los estantes, de cuando Pedro Turras y yo fuimos a pasar dos semanas de reflexión al Monasterio de Poblet, en la provincia de Tarragona, muy cerca de Espluga de Francolí. ¿Recuerdas, Pedro? Sí, claro que te acuerdas, ya hemos hablado de "aquello" en numerosas ocasiones. El diario no especifica el año, creo que fué en 1.979. Transcribo aquí el principio tal y como lo escribí en aquellos días.


13 de enero.
Vamos en el autobús camino del Monasterio. La intensa niebla no deja ver más allá de unos doce metros. Me pregunto cómo será nuestra estancia. Ya hemos llegado. El autobús nos dejó en un cruce de carreteras. A nuestra izquierda se alzan las murallas del Monasterio. Apenas perceptible por la densidad de la niebla, se adivina la torre de la iglesia. Nos esperan. El portero, un monje de unos cuarenta años, aunque aparenta muchos menos, nos hace pasar a una gran sala en la que hay una acogedora chimenea con lumbre de troncos. Dos personas más esperan. Tras unos minutos nos conduce en silencio a nuestras habitaciones. Son austeras: una cama, mesa, silla, armario y lavabo. También hay una pequeña estufa eléctrica. Nos instalamos e inmediatamente bajamos para hablar con él. Nos guía por diferentes estancias para que conozcamos un poco el Monasterio por dentro. Ya es de noche. La quietud reina por doquier. Nos resulta impresionante, aunque hemos visto muy poco. Volvemos a nuestras habitaciones hasta la hora de las vísperas, un acto litúrgico. Es la primera vez que oimos a los mojes, pasan silenciosos, en dos filas, y se instalan en el coro. No entendemos lo que cantan puesto que lo hacen en catalán, pero las voces conjuntadas con el órgano suenan en mis oidos maravillosamente. Tengo la sensación de que actúan para nosotros dos, puesto que somos los únicos espectadores en este templo inmenso. Al terminar, el hermano hospedero nos abre la verja y nos hace pasar al claustro por donde se va al refectorio para cenar, son las 7:30. Solo hay una pequeña luz encendida. Pasan los monjes, silenciosos, encapuchados. Se escuchan sus pasos y el rumor del agua de una fuente que no se ve, pero que se adivina cercana, mañana la podremos ver a la luz del día. Mis sentimientos son de ¿temor?, ¿respeto?
En la cena todo es silencio, unicamente se escucha a un monje, que desde el púlpito lee un texto del Papa Juan Pablo, habla de violencia, de derechos humanos, del cristinismo y de su postura ante los problemas de la humanidad. Nos extraña que hable en castellano, creo que lo hace por nosotros.
Al oir todo ésto, reflexiono sobre la Iglesia, siempre ha estado al lado del poder, que el Vaticano es un estado muy rico, que defiende a la burguesía y el capitalísmo. Al terminar la cena nos dirigimos a nuestras habitaciones, no son más de las 8 pero me encuentro cansado y me acuesto, no sin antes leer un poco de un libro que me ha dejado Pedro, Formas de Alienación en la sociedad burguesa.

14 de enero.
Me levanto a las 7 pero llevo despierto al menos desde las 5 o así. Bajamos al claustro para ir a desayunar. Es aún de noche. Al pasar por la puerta que da a la iglesia escuchamos el cántico de los monjes. Esperamos. El ruido del agua de la fuente cercana se une al gregoriano. A nuestras espaldas oimos abrir una puerta. Ya salen. El hermano hospedro se nos une y nos dirige. Nos sirven café con leche, mermelada, mantequilla, queso y pan. Es copioso. Compruebo que mientras a nosotros nos ponen diferentes platos y vasos, ellos solo utilizan una escudilla. Al terminar nos vamos a pasear por el huerto y la granja. Descubrimos a un perro enorme, de raza San Bernardo. Hay gran cantidad de gallinas encerradas en jaulas y mucha tierra para cultivar. Descubrimos viñas, melocotoneros, perales, manzanos, avellanos. Creo que también tienen vacas o cabras, por el olor, pero no sabemos donde están. Hace frío y hay niebla. Paseamos por las viejas almenas...
El manuscrito consta de 6 hojas de bloc grande, de anillas, escritas con detalle, en todas sus páginas, pero aquí me quedo. Al leerlas ha vuelto a aflorar de mi memoria aquellos días de activismo, compromiso social y rebeldía....
Para quien le interese, sabed que la Hospedería del Monasterio situada dentro del recinto conventual, admite solo a hombres que quieran compartir la vida con los monjes por unos días en un clima de silencio y sencillez.

miércoles, 14 de abril de 2010

14 DE ABRIL


El 14 de abril de 1.931 es martes y en Madrid -todavía por unas horas capital del reino de España- hace uno de esos días milagrosos que solo aquellos que hayan visto resplandecer la primavera en la Meseta, podrán imaginar; ni una nube en el cielo, una luz con un brillo casi metálico, una tibieza seca, solo rota, momentáneamente, por las brisas intermitentes de aire fresco procedente de Guadarrama y el ligero aliento de los densos follajes que cubren las grandes avenidas. Toda la ciudad vive una especie de sueño despierto.
Se sumió en él desde el trueno del domingo por la tarde y en la madrugada del lunes. Es claro el avance de los republicanos en Madrid y en las grandes ciudades de provincias. La primera expresión del sufragio universal desde la instauración de la dictadura del general Primo de Rivera en 1.923.
Desde hace ya dos días, multitudes que varían, según las horas, de varios miles a centenares de miles, esperan un desenlace ya inminente, sin intervenir sobre él más que con su presencia, no están verdaderamente organizadas, ni armadas. Se limitan a enarbolar pancartas llenas de consignas, y no se han permitido más violencias que el derribo de la estatua de Felipe IV y desmontar la de Isabel II, abuela de Alfonso XIII, célebre por sus calaveradas y lios amorosos, escoltándola irónicamente en procesión hasta el convento de las adoratrices donde se la entregarán a las monjas para que velen por su "conversión".
Estas multitudes dan muestra de un sorprendente comedimiento marcado por irreprimibles llamaradas de entusiasmo.
Esa misma tarde del día 14 corre el rumor de que Alfonso XIII ha renunciado al trono de España. Imediatamente, los madrileños expresan su alegría con esta rima
" El rey no se ha marchado,¡ lo hemos echado !"
¡¡¡ Viva la República !!!

lunes, 5 de abril de 2010

REFLEXIONEMOS, DIJO EL CREYENTE. Y SE CONVIRTIÓ EN ATEO.



- ¿Me negará usted que gracias a la idea de Dios existe el arte? No todo el arte, claro, pero en fin....
- ¿Cómo lo voy a negar? Todos los pueblos han eregido templos, estatuas; todos han escrito himnos a partir de su idea de Dios y de la religión. Es cosa que salta a la vista.
- ¡ Entonces !
- Entonces no me demuestra usted nada, que es lo que en el fondo pretende hacer.
- Sin esa creencia en Dios no habría arte.
- No habría ese arte al que usted se refiere, pero habría otro, el que no está inspirado o basado exactamente por una idea religiosa. Lo que ocurrió en occidente, aproximadamente desde el Renacimiento.
- O sea, que usted no siente el arte religioso.
- Arte y arte religioso son dos cosas muy diferentes, el arte puede ser arte, sea la que fuere su inspiración. Y yo, aunque usted no lo crea, me extasío ante una catedral gótica, ante un templo románico y no digamos ante el Partenón.... ya ve usted, todos templos inspirados por la religión.
- Luego reconoce usted...
- No, no reconozco lo que usted intenta haceme reconocer. Es más, le voy a dar una fórmula para que distinga perfectamente entre un monumento, ya que hablamos de templos, entre un monumento artísitico y otro religioso.
- Me gustaría saberlo.
- Pues mire, un monumento artístico es aquél que continúa siendo artísitico aunque haya perdido su función religiosa, ¿comprende ahora porqué me gustan las catedrales góticas y el Partenón?
-Bien, de acuerdo, le comprendo perfectamente, pero de todas maneras en el orígen del arte hay una idea religiosa.
- Generalmente sí, por lo que conocemos, pero no es una ley que se pueda aplicar universalmente. El hombre, ante lo desconocido, intenta conjurarlo, sublimarlo, quizás apoderarse de eso mismo desconocido, entonces surje la religión, el deseo de un dios que lo explique todo, etcétera, etcétera... pero los años pasan y esos deseos cambian...
- Quizas no fueran deseos.
- Bueno, pues ponga usted que fueron necesidades, es igual, el hombre expresó artísticamente su creencia en Dios.
- Luego, lo reconoce usted...
- Reconozco lo que le he dicho y no lo que usted está intentando hacerme creer. Yo puedo ser ateo, pero no soy tonto y usted intenta por todos los medios demostrarme la existencia de Dios.
- Como sujeto e inspirador de arte.
- ¡ Acabáramos. Ahora resulta que a partir de la existencia del arte religioso, realidad innegable, quiere usted hacerme creer que ese arte lo inspiró Dios.
- Una cosa así.
- Pero hombre de dios, y fíjese que utilizo expresiones dignas de un creyente, si como ya le dije en una ocasión admito los textos sagrados como textos y no como revelaciones, cómo no voy a admitir la existencia del arte religioso sin creer en que esa existencia demuestra la de dios. Es la idea que el hombre se hace de dios la que inspira el arte realizado por los creyentes, lo cual, y lo siento por usted, tampoco demuestra la existencia de dios.
- Es usted desesperante.
- Quizás, pero me encantan las catedrales góticas....
Dialogos del ateo.
José Ignacio Ferreras.

HAIKUS

"Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar en este momento"
Consiste en un poema breve de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Es una de las formas de poesía tradicional japonesa más extendida.
Piedras lunares
unas sobre las otras
castillo en ruinas.
Las vias del tren
paralelas infinitas
me llevan a tí.
__________
Atrapa moscas
una rana en el agua
salta contenta.
____________
Un hombre calvo
que no utiliza peine
peina su calva.
__________
Hilos secretos
unen dos corazones
cómo se cortan?
El Gran Maestro
A cada ráfaga
se desplaza en el sauce
la mariposa


También se le llama el arte de la cotidianidad.
Aquí uno de Jesús Montero Marchena
Sopla levante
los pétalos de rosa
se desmadejan.